Según un informe del Banco Popular de China (ente central), los más altos funcionarios que se apropiaron de las cantidades más importantes de dinero huyeron al extranjero, en especial a Norteamérica y Australia, mientras que los de menor rango optaron por países más cercanos, como Rusia o Tailandia. Hong Kong, región administrativa especial, fue utilizada a menudo por los funcionarios corruptos como puerta de entrada hacia los países de la Commonwealth. Otros pasaron por países africanos o latinoamericanos el tiempo necesario para obtener documentos y luego se instalaron en países occidentales.
Algunas modalidades de robo fueron el contrabando a través de dinero en efectivo, la transferencia en formato de remesas, el uso de cuentas corrientes o de tarjetas de crédito, entre otros, consignó EFE. Según el informe, algunos de ellos huyeron de China llevándose directamente en maletas el dinero robado en efectivo.
El documento, que transparentó cifras que rara vez se dan a conocer, advirtió que el problema de la corrupción en China es suficientemente grave como para amenazar la estabilidad económica y política del país y sugiere que los departamentos pertinentes establezcan acuerdos de cooperación, mecanismos de intercambio de información y otras medidas especiales contra la corrupción. (Para entender el tamaño del monto malversado, el PIB de Chile es de unos US$200 mil millones).
La corrupción entre los miembros del Partido Comunista chino es un mal generalizado. Para eso, el documento sugiere que además de castigar a los funcionarios culpables, China mejore la vigilancia de las transferencias de activos y revise los métodos de pago en el exterior.
En los últimos años, los casos de corrupción en China han aumentado e incluso motivaron la convocatoria de protestas en su población, como las que ocurrieron en febrero y marzo intentando imitar la "Revolución del Jazmín" de Túnez, pidiendo al gobierno chino que acabara con estas prácticas y fuera "supervisado por el pueblo".
Advertencia de Wen
Las autoridades chinas multiplicaron las medidas contra la corrupción desde el lanzamiento de las reformas económicas, hace más de 30 años, sin lograr poner fin a esa lacra. En marzo, el Primer Ministro chino, Wen Jiabao, prometió mejoras sociales para frenar el descontento durante la inauguración de la Asamblea Nacional Popular.
Wen lanzó en esa ocasión una severa advertencia a los políticos corruptos y aseguró que el gobierno "resolverá a conciencia problemas relacionados con los empleados gubernamentales que abusan del poder para su beneficio personal, olvidan sus deberes o violan los derechos de otros". En particular, destacó que se combatirá "la extravagancia" y "el despilfarro".
El año pasado, Liu Shubiao, un antiguo director del departamento de Subsidios y Ayudas Gubernamentales para la Vivienda de China, fue ejecutado por haberse apropiado ilegalmente de US$ 18 millones, la mayoría de los cuales acabaron en los casinos de Macao. En 2008, el jefe del PC en Shanghai, Chen Liangyu, fue sentenciado a 18 años de cárcel, tras otro escándalo de corrupción.
78° entre 178 países está China en el ranking 2010 de percepción de corrupción de Transparencia Internacional.
3,5 puntos fue la nota que sacó China según el ranking de Transparencia. La escala va de 0 (altamente corrupto) a 10 (muy limpio).
21° se ubica Chile según el mismo ranking de Transparencia. El país obtuvo nota 7.2 (sic)
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Debería llamarnos la atención una noticia como esta, sin embargo los chilenos sabemos por tenerla tan cerca, que la corrupción de la izquierda es la misma en todas partes, la diferencia esta en las cifras del botín y el modus operandi de los malechores.